Su nombre no deja lugar a dudas sobre su origen. Además, “mau” significa gato en el árabe de Egipto. Su aparición parece remontarse a la antigüedad, ya que se conservan ejemplos del arte egipcio antiguo en los que aparecen gatos que recuerdan al actual Mau.
Eran animales venerados y probablemente sea la raza más antigua. Se baraja una fecha superior a los 4000 años. Pero no fue hasta el siglo XX que salió el primer ejemplar hacia Italia desde El Cairo. Allí se cruzó con otro gato de la misma procedencia y la descendencia acabó viajando los Estados Unidos.
Fue el inicio de la cría programada de la raza tal y como se conoce hoy en día. La Federación Internacional Felina incluye a estos gatos en la categoría III, que es la que recoge razas de pelo corto.
Actualmente, es más popular en los Estados Unidos que en Europa.
Características
El gato mau egipcio se puede parecer a otros gatos de razas más comunes. Pero lo cierto es que tiene algunas características que lo hacen único y totalmente distinto a los demás. Es el único gato cuyo manto tiene una tonalidad manchada o moteada en su manto de forma natural. Hay otras razas felinas con patrones similares en su pelaje, debido a la mano del hombre.
Las principales características de su pelo, son las motas oscuras que son redondeadas y que se encuentran en todo su cuerpo, aunque también se admiten en forma de pequeñas líneas. El color base del pelo puede ser crema, plateado o marrón.
Su anatomía puede recordar a otros gatos estilizados de origen asiático pues tiene el cuerpo alargado y fino, aunque no muy delgado.
Es parecido al gato abisinio, pero más musculoso y algo más grande.
Otra peculiaridad única de esta raza es que sus patas traseras son más largas que las delanteras, es algo que no se nota. La cola es de tamaño medio y se estrecha hacia el extremo.
La cabeza es triangular y afilada, con pómulos marcados y hocico de tamaño medio. Sus orejas son más bien grandes y están siempre erguidas y separadas.
Su cara tiene una característica que ninguna otra raza posee, sus ojos se curvan ligeramente hacia arriba en el extremo superior, y entre ellos hay una marca en forma de ‘M’.
El color de ojos puede ser ámbar o verde claro, aunque se prefiere este último.
Comportamiento
Este gato es muy independiente y se adapta muy bien a la convivencia y cuando coge confianza es cariñoso. A pesar de gustarle su independencia es un gato posesivo al que le encanta que se le de atención.
Por lo general es un minino tranquilo y pacífico pero hay que tener cuidado si hay otras mascotas en casa como hámsters, pájaros y conejos, es un buen cazador.
Cuidados
Hay que cepillarlo 2 o 3 veces por semana para que se le vea un pelo bonito.
Se le deben de limpiar ojos y orejas, corta las uñas una vez al mes y administrarle una dieta de calidad. Hay que racionar la cantidad diaria de pienso, pues son tendentes a la obesidad.
Debe tener rascadores y juguetes para ejercitarse.
Hay que tener cuidado con los cambios bruscos de temperatura en casa, pues podría enfermar.
Problemas de salud
En general, el mau egipcio disfruta de buena salud y casi no tiene enfermedades específicas de la raza. Solo puede padecer una enfermedad neurológica llamada leucodistrofia (conocida también como la enfermedad de Krabbe), que puede causar trastornos de conducta, entre otros síntomas.
Curiosidades
El Mau egipcio se parecen a los gatos que se encuentran en los murales del Antiguo Egipto.
La princesa Natalia Troubetzkoi presentó esta raza en Roma, en los años 50.
La raza apareció por primera vez en Europa en el año 1960.
Esta raza se reconoció oficialmente en Estados Unidos en el año 1968.
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